Holaa, aún sigo leyendo esta obra teatral muuuy romántica.
“La luz de tus ojos ilumina los míos. Entóname
algún cantar como otras noches, en que tus pestañas
temblaban hasta dejar caer en mis labios las blancas
perlas de tus lágrimas. ¡Seamos felices! Bebamos, ya
que la copa está llena. Esta hora nos pertenece;
olvidémonos de todo lo demás. Háblame y
embriágame.